Unko y Karina son dos galgos adoptados que nos dan su particular visión del mundo

domingo, 31 de julio de 2011

Penas y alegrías

Porque de todo hay en la vida.

Estos días están siendo duros para nuestra mami. No duerme, está muy nerviosa y la tensión le marca la piel, la voz y las lágrimas. No sé cual es la causa, pero papi la quiere y la cuida, y otros humanos también. Y Tate. Los de esta especie son tan expresivos para los perros que Karina y yo sabemos del mal de mami desde hace ya varias semanas, porque incluso su olor ha cambiado. Huele a tristeza, amargura e impotencia. Huele a cosas que ni ella puede expresar en ese vocabulario tan rico que tienen y que sirve, a veces, para tan poco. Nos dice mucho con sus gestos, sus silencios y su mirada. Engaña a los humanos, pero no a nosotros.

Sin embargo, no es así todo el tiempo. Ayer, por ejemplo, todo fué distinto durante un ratito. Fuimos con nuestro Maguito a una de sus actuaciones en la que todo el mundo fué feliz, incluídos nosotros. Antes de entrar a la casita en cuestión, fuimos a dar un paseo por un lugar lleno de conejos! Mmmmm! Ahí sí que olía a felicidad! Corrimos durante un buen rato, así que llegamos un poco exhaustos a la fiesta. Nos tumbamos y muchos cachorros humanos nos acariciaron con cariño. También algunos adultos.

Maguito actuó durante un buen rato y recibió muchos aplausos y felicitaciones. Nuestra familia estaba muy contenta y a nosotros eso nos alimenta más que las bolitas de pienso.

Ahora sólo queremos que haya muchos más momentos como el de ayer al atardecer, en el que la alegría de muchos niños, la paz y los aplausos sirvieron de vitaminas al corazón de mami.

Penas y alegrías construyen el entramado de la vida en general. Hay que saber convivir con ellas.

domingo, 24 de julio de 2011

ANIVERSARIO

Hoy mamá está un poco triste. No sabemos por qué, ni ha dicho nada a nadie, pero hemos pensado que viendo este vídeo igual se anima un poco:

MUÑECA ROTA

Winehouse... la Casa del Vino. La taberna donde Amy siempre vivió y la cárcel que la cercenó su libertad. El vino que la alimentó y la mató. Amy sólo podía tener una Winehouse.

Nombres repetidos hasta la saciedad estos días: Janis Joplin, Kurt Kobain, Jimi Hendrix, Jim Morrison... todos destrozados a los 27 años como consecuencia de su propio éxito. Un cuerpo que no aguanta tanta sustancia ni tanto dolor y almas siempre perdidas. Muñecos rotos por sí mismos, por su talento natural, por la industria que les exprime, porque nadie les ayuda, por la obsesión de las discográficas por vender, vender y vender. Todos acabaron vendiéndose al diablo. Paradojas, siempre paradojas humanas.

Ahí quedan sólo dos álbumes que la catapultaron a la fama, que no al éxito. El éxito es otra cosa.
Por tí, Amy, muñeca rota. Y por todos los demás. También por Michael y por John Lennon. Y por nuestro Antonio Vega. Rehab, que lo dice todo:

domingo, 17 de julio de 2011

Maya

Hace mucho que no escribimos y nos han pasado muchas cosas, pero hoy queremos dedicar nuestro post de una manera muy especial a una amiga que nos ha dejado: nuestra querida Maya.

Maya y yo somos de la misma edad. Cuando yo era pequeño jugábamos mucho juntos, corriendo, porque los dos éramos cachorrotes llenos de energía.  A Maya la tiraron por encima de la valla de la casa de unos familiares de sus dueños, seguro que alguien que sabía que ahí la iban a acoger. Ha vivido cuatro maravillosos años en una casa llena de amor. Juan Pablo y Paloma junto con sus tres hijos es la casa que todo animalito quisiera para vivir. De hecho, ha compartido su vida con otros dos gatos, uno de ellos con más años que Matusalén, y varios pajaritos.

Yo quería mucho a Maya por muchas razones, pero mi familia también. Hace unos meses que la diagnosticaron un linfoma y desde entonces, todos hemos compartido cada paso adelante o atrás que daba en su enfermedad. Le han dado quimioterapia y de todo, a veces respondía estupendamente y todos estábamos contentos y a veces se le inflamaban no sé qué ganglios y entonces nos poníamos muy tristes. Desgraciadamente, sabíamos que el final se iba acercando inexorablemente, pero dá igual: hoy cuando hemos sabido que ya no volvería al Cerro, hemos llorado como si fuésemos del todo ignorantes.

Yo creo que algún día todos volveremos a estar juntos. También se nos unirá Xana. Y habrá un cerro enorme y blanco sobre las nubes sobre el que todos correremos felices.