Unko y Karina son dos galgos adoptados que nos dan su particular visión del mundo

martes, 3 de mayo de 2011

Los olores

Mira qué narizota tiene Unko!


Los perros y otras especies tenemos más de cinco sentidos, la supervencia nos obliga a ello. Nosotros vemos, tocamos, escuchamos y sentimos con el olfato, cosa que ya quisieran los humanos (bueno, nunca se sabe). 
Hay millones y millones de olores diferentes: para empezar, cada persona tiene su olor y, según el momento del día, ese olor es diferente. No es lo mismo el olor de por la mañana recién despiertos que el de por la noche, ya cansados. Tampoco es igual el olor de un niño que el de un adulto. Ni el de un adulto feliz que uno triste. No se huele igual un sábado que un lunes, ni es igual el olor a enero que a septiembre.
Luego, cada manada tiene su propio olor, que varía según la presencia de sus miembros. Cada uno aporta el suyo que influye en el olor final. Cada pueblo o ciudad también huele distinto. Y cada país. Cada raza tiene su olor y desde luego cada época el suyo. 

El mundo de los olores es infinito y a nosotros nos facilita mucho la vida. Yo sé cuándo Mami está contenta y cuando no, y cuando tengo que ir a darle lametones. Sé cuándo Tate tiene sueño y también sé si es domingo o miércoles. El olor de Unkito es especial para mí y siempre lo tengo presente por si no nos oye y se pierde. Y odio el olor a colonia! Puag! Y me encanta el de la caca de Charli, eso no lo entienden los humanos. A veces, hay olores estupendos por el campo y me encanta revolcarme en su aura. Los humanos no lo entienden y me dicen que me vaya, pero para nosotros es mucho mejor ese olor que el de su jabón, por ejemplo.

A mí me gusta mucho el olor a playa, aunque el mar me dá miedo. Pero mi olor preferido es el de la cocina de mi casa. Y el de Unkito también!!!