Unko y Karina son dos galgos adoptados que nos dan su particular visión del mundo

domingo, 17 de julio de 2011

Maya

Hace mucho que no escribimos y nos han pasado muchas cosas, pero hoy queremos dedicar nuestro post de una manera muy especial a una amiga que nos ha dejado: nuestra querida Maya.

Maya y yo somos de la misma edad. Cuando yo era pequeño jugábamos mucho juntos, corriendo, porque los dos éramos cachorrotes llenos de energía.  A Maya la tiraron por encima de la valla de la casa de unos familiares de sus dueños, seguro que alguien que sabía que ahí la iban a acoger. Ha vivido cuatro maravillosos años en una casa llena de amor. Juan Pablo y Paloma junto con sus tres hijos es la casa que todo animalito quisiera para vivir. De hecho, ha compartido su vida con otros dos gatos, uno de ellos con más años que Matusalén, y varios pajaritos.

Yo quería mucho a Maya por muchas razones, pero mi familia también. Hace unos meses que la diagnosticaron un linfoma y desde entonces, todos hemos compartido cada paso adelante o atrás que daba en su enfermedad. Le han dado quimioterapia y de todo, a veces respondía estupendamente y todos estábamos contentos y a veces se le inflamaban no sé qué ganglios y entonces nos poníamos muy tristes. Desgraciadamente, sabíamos que el final se iba acercando inexorablemente, pero dá igual: hoy cuando hemos sabido que ya no volvería al Cerro, hemos llorado como si fuésemos del todo ignorantes.

Yo creo que algún día todos volveremos a estar juntos. También se nos unirá Xana. Y habrá un cerro enorme y blanco sobre las nubes sobre el que todos correremos felices.