Unko y Karina son dos galgos adoptados que nos dan su particular visión del mundo

domingo, 31 de julio de 2011

Penas y alegrías

Porque de todo hay en la vida.

Estos días están siendo duros para nuestra mami. No duerme, está muy nerviosa y la tensión le marca la piel, la voz y las lágrimas. No sé cual es la causa, pero papi la quiere y la cuida, y otros humanos también. Y Tate. Los de esta especie son tan expresivos para los perros que Karina y yo sabemos del mal de mami desde hace ya varias semanas, porque incluso su olor ha cambiado. Huele a tristeza, amargura e impotencia. Huele a cosas que ni ella puede expresar en ese vocabulario tan rico que tienen y que sirve, a veces, para tan poco. Nos dice mucho con sus gestos, sus silencios y su mirada. Engaña a los humanos, pero no a nosotros.

Sin embargo, no es así todo el tiempo. Ayer, por ejemplo, todo fué distinto durante un ratito. Fuimos con nuestro Maguito a una de sus actuaciones en la que todo el mundo fué feliz, incluídos nosotros. Antes de entrar a la casita en cuestión, fuimos a dar un paseo por un lugar lleno de conejos! Mmmmm! Ahí sí que olía a felicidad! Corrimos durante un buen rato, así que llegamos un poco exhaustos a la fiesta. Nos tumbamos y muchos cachorros humanos nos acariciaron con cariño. También algunos adultos.

Maguito actuó durante un buen rato y recibió muchos aplausos y felicitaciones. Nuestra familia estaba muy contenta y a nosotros eso nos alimenta más que las bolitas de pienso.

Ahora sólo queremos que haya muchos más momentos como el de ayer al atardecer, en el que la alegría de muchos niños, la paz y los aplausos sirvieron de vitaminas al corazón de mami.

Penas y alegrías construyen el entramado de la vida en general. Hay que saber convivir con ellas.